jueves, 17 de marzo de 2011

Cargill, el arte de jugar con la comida


En mil ochocientos y pico, durante la guerra civil norteamericana, los dos hermanos Cargill eran agricultores en un estado de estos del middle west, Iowa, Minnesota o Wisconsin on the rocks, por ahí andaban los tipos cuando decidieron empezar a comprar cosechas a bajo precio, almacenarlas en silos y venderlas más tarde en época de escasez, primero al ejercito, luego a quien fuera.
Pues bien, hoy en día Cargill es la mayor empresa alimentaria del mundo, hasta el punto de que mueve más o menos la cuarta parte de todos los alimentos del mundo, (hay otra parecida, Bunge, esa cuyos silos ardieron hace poco en O Burgo, que es su competencia directa.)
Lo curioso de esta empresa es que sigue siendo una compañía familiar, no cotiza en bolsa, y son los descendientes de los hermanos Cargill los que controlan el cotarro.
Estos fulanos mantienen un perfil muy bajo (no les gusta que se hable de ellos) pero "Su facturación anual es de 120.000 millones de dólares, cinco veces superior a la de Coca-cola o incluso el P.I.B de más de 80 países." Carallo, estos fulanos, sin despeinarse, desde sus oficinas de Wisconsin con un buen wisconsin en la mano, escocés de calidad sin duda, manejan los precios de los alimentos más básicos en los "mercados" del mundo.
Estos tíos han prendido la mecha de las revueltas de Tunez y Egipto, por hablar de algo reciente y un poco positivo, pero no lo han hecho por amor a la democracia o a la libertad, es una custión puramente comercial, gracias a su visión empresarial han convertido el hambre en un vector más de la aritmétrica económica, se puede especular con él, tienen hambre en este lugar, espera un par de días y les sacamos el sueldo de un año por un kilo de arroz, que además tan solo nos costó el esfuerzo de dar por culo al que lo sembró mientras se agachaba para recogerlo (¿jugamos al teto?).
En fin, unos fieras estos tíos, todo un modelo

5 comentarios:

  1. Vaya, no tenía ni puta idea, Pepe, gracias por la info.

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  2. ¡Qué malos estos tíos! ¿Cómo se les ocurre comprar cosechas? Los agricultores deberían vender sus productos en la feria del pueblo más cercano y punto. Gracias a Dios, en Europa tenemos la PAC, que sólo nos cuesta la mitad del presupuesto comunitario (La otra mitad se va en traductores)

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  3. Mientras una gran parte de los ciudadanos del mundo nos estamos cuestionando la necesidad de reformas, que persiguen sobre todo una sociedad más justa y ética, una nueva democracia menos manipulada y corrupta en la que el ciudadano no sea tratado como un imput numérico, otros se aferran a su poltrona y a un sistema que está demostrando todos los días su obsolescencia. Tú, como todos, vas a tener que posicionarte muy pronto Rockstar, porque esto no hay quien lo pare

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  4. Mira, Pepín, es muy atractivo el discurso luddita de cargárnoslo todo para volver a empezar. Pero también, cuanto menos ingenuo. Por no hablar de otros discursos más siniestros tipo Attac.
    ¿Te crees que vivirías mejor sin empresas como Cargill? Pues no, los alimentos manufacturados que tienen una base cerealistica como tu cervecita o tu whisky serían infinitamente más caros y escasos. Beberías el orujo y el vino de tu pueblo, y poco más. Y sí, el capitalismo, como todos los sistemas económicos a lo largo de la historia caerá, pero te aseguro que no de ésta. Le auguro uno o dos siglos más de vida, y no sé lo que vendrá después, aunque seguro que tendrá un fuerte componente tecnológico.

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  5. Maticemos:
    Entre cargárnoslo todo y aceptar sin más lo que tenemos hay una gran diferencia. Creo que era Galdeano el que proclamaba que el derecho a soñar no está en la declaración universal de la ONU, pero es el agua que nutre a los 30 derechos que si están formulados en ella.
    A mi que estos Cargill sean obscenamente ricos y se limpien el culo con billetes de 1000$ me la suda, el problema aparece cuando el movimiento especulativo se dispara. Por ejemplo, el año 2009 (según la FAO) tuvimos una de las cosechas más abundantes de la historia, (a nivel planetario diría Punset) sin embargo estos fulanos consiguieron desabastecer algunos mercados, hacer subir los precios, etc.
    Yo no estoy en contra del mercado o del capitalismo como tales, sobre todo estoy en contra de ciertas prácticas económicas que considero inmorales. Y desde luego creo que con la alimentación hay que tener mucho cuidado.
    Si seguimos esta receta asistiremos a un festín que será la ruina de los agricultores, pues su producto (y son los que plantan esos cereales) se paga como hace 20 años, ¡si todavía hablan todos en pesetas!, a la ruina de los consumidores que pagamos precios disparatados, y al gran pelotazo de los intermediarios, todo esto salpimentado con abundantes bolsas de pobreza y hambre, ¿no os resulta un poco indigesto?.
    Con la política pasa lo mismo, yo no estoy en contra de la democracia, estoy en contra de utilizar esa palabra como escusa para justificar la manipulación, la corrupción y el todo vale, eso si, en nombre de la democracia y la libertad, que son palabras muy bellas que quedan muy bien en los discursos.
    Discursos vacíos, palabras vacías y personas sin sustacia, cuidado con el futuro, que ya está aquí, y sin comerlo ni beberlo...

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