El año se acaba, y no quiero dejarlo pasar sin mencionar tres grandes discos que reflejan, cada uno a su modo, el sentir y sabor de boca que este 2012 nos deja...
Crystal Castles: III. Nihilismo y pesimismo de los cada vez más torturados Ethan Kath y Alice Glass. Aunque al final, muy al final, parece vislumbrarse un punto de redención ¿Será alcanzable? Otro año
Passion Pit: Gossamer. Explosión de euforia a todas luces exagerada. Este disco es el negativo del anterior. Al final de tanta alegría queda un regusto de tristeza infinita.
Sinceridad brutal del bipolar Michael Angelakos
Chromatics: Kill for love . El justo medio y el que para mi es el mejor disco y el que mejor define el año que acaba: tortilla italiana de lexatines, paciencia zen, tranquilidad y punto de melancolía.
Así se resume en tres discos el año que nos deja. A ver qué nos depara 2013. Seguro que será mejor
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