copiar discos de vinilo

Articulo originalmente escrito por Jan Jutila (Your Own Jailer Records) en 1995 y publicado en el CD “Supershitty to the Max” de los Hellacopters.



Hola a todos vosotros, estúpidos amantes de la música que sólo preferís comprar y oír CD’s. Tal vez os parezca mal este comienzo pero no os merecéis otro. Para mí no sois amantes de la música, vosotros sólo escogéis música mientras pasáis la aspiradora. Lo cual quiere decir que no os importa en absoluto la calidad de lo que oís, ya que preferís el CD al vinilo. Por lo tanto sois todos unos idiotas. Quiero decir que estáis idiotizados por las compañías discográficas cuando pagáis más por un producto que es peor, tal vez compráis CD por la comodidad, pero insisto, no es la música lo que influye en vuestra elección. Y os voy a explicar por qué el sonido digital es peor. En una grabación digital no se puede comprimir la cinta. La compresión de la cinta hace a la música sonar más apretada, más compacta y con ello se pueden hacer milagros en cantidad de grabaciones. Las cintas analógicas tiene una jodida distorsión cuando se sobrecargan. No es el sonido digital lo malo de la cuestión, sino el soporte sonoro, el CD. Cuando se masteriza un CD se comprimen los bits tan compactamente que el resultado es un sonido plano. Desaparecen cantidad de tonos altos. Actualmente se cortan 20 Khz por un filtro de baja frecuencia. Es verdad que esta frecuencia es inapreciable al oído humano pero es importante en el sentido emocional y psicológico. El resultado es que sólo se oye el 25% de la música originalmente grabada. Y todo esto se hace para asegurarse de que la música quepa en este pequeño pedazo de plástico de una sola cara. El lector (el láser) lee la música en forma de agujeros de diferente tamaño, unos y ceros. El láser es muy inestable y frecuentemente se equivoca, ofreciendo errores en la lectura; para ello hay unos “circuitos de corrección” en las mesas de DAT y en los reproductores de CD. En un reproductor de DAT (digital audio tape) estos circuitos trabajan dos veces por minuto, mientras que en un reproductor de CD lo hacen cien veces por segundo. Esto quiere decir que el reproductor de CD tiene que hacer una súper rápida aproximación a como se debe “ver” la curva de sonido, con lo que resulta que el sonido es aún peor, puesto que es sintético. Los fabricantes no tienen ningún interés por remediar esto, es más siguen trabajando duro para intentar comprimir y sacar fuera el 99,5% del sonido real, y producen cada vez más extensas fórmulas matemáticas para aproximar y reproducir el sonido artificialmente, con lo que quedan “agujeros” en el sonido. En otras palabras, el CD suena a mierda, simple y llanamente.

El tipo de música que más sufre (pierde calidad) al estar grabada en CD es, entre otras, la que lleva guitarras distorsionadas. Si tú ves un gráfico en tres dimensiones (es como una foto que muestra el perfil del sonido), podrás ver grandes agujeros en algunas zonas, especialmente en las del medio. Las guitarras distorsionadas tienen un sonido demasiado complejo para el formato de compact disc o CD, no se pueden comprimir tanto. Yo jamás he escuchado un CD que suene mejor que un disco de vinilo, y jamás he conocido un ingeniero de sonido profesional o fabricante de discos (de quienes he conseguido esta información) que opine lo contrario. Incluso un tal J. Crawley que trabaja en los laboratorios de investigación de Philips en Holanda, admitió que el vinilo es mejor que el CD, en un mensaje difundido por Internet. Un reproductor de CD de 150.000 pesetas nunca podrá compararse con un plato de 40.000 pesetas, mienten los que dicen que se necesita un carísimo equipo de vinilo para superar el sonido del CD. A pesar de todo, el CD tiene puntos positivos, algunas compañías disco-gráficas editan recopilaciones de singles, viejos LP’s y material raro y descatalogado… también que cuando los gilipollas que compran el CD y venden su copia de vinilo ¡yo puedo comprarla!

Philips hizo anuncios del CD en sus comienzos en los cuales se veía gente jugando al freesbee con ellos y un perro llevándolos en su boca; se suponía que el CD era indestructible, os daréis cuenta de lo frágiles que son si no los tratáis con cuidado. En el lado monetario: fabricar un CD es un 80% más barato que fabricar un LP, ¡y se vende casi al doble del precio! Incluso las pequeñas compañías discográficas apoyan esta práctica de las multinacionales y siempre venden un CD más caro que un LP. De todas maneras ¿qué pueden hacer las discográficas independientes contra los precios impuestos por las grandes superficies y las multis? No mucho.

Para terminar, una pregunta: ¿por qué el CD musical que se supone es un gran avance en tecnología (el primer CD se puso a la venta hace veinte años), cuando los CD-Rom con sólo cinco años de desarrollo tienen una muestra de frecuencia seis veces mejor? Tal vez la respuesta sea dinero.

Apoya el vinilo, pídelo siempre preferentemente en tu tienda de discos y date a ti mismo la posibilidad de tener un formato que te ofrece lo mejor de la música.

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