José María, tío de mi madre y parlamentario durante la segunda república, se exilió en Venezuela en 1939. Él estaba acostumbrado a la corrupción y los pucherazos de aquí, pero cuando llegó a Venezuela se quedó impresionado, participó en muchos proyectos de Agricultura con distintos gobiernos venezolanos y su impresión fue de que aquello era imposible, todos robaban sin ningún escrúpulo, preferían que no se cultivara y comprar la fruta a las compañías USA, de manera que empezaban los proyectos pensando en no terminarlos y meterse los cuartos en el pozo. En fin, de esos barros vienen estos lodos, porque Huguito no ha llegado hasta ahí solo, llevan llamándolo muchos años, ahora a ver como lo echan.
José María, tío de mi madre y parlamentario durante la segunda república, se exilió en Venezuela en 1939. Él estaba acostumbrado a la corrupción y los pucherazos de aquí, pero cuando llegó a Venezuela se quedó impresionado, participó en muchos proyectos de Agricultura con distintos gobiernos venezolanos y su impresión fue de que aquello era imposible, todos robaban sin ningún escrúpulo, preferían que no se cultivara y comprar la fruta a las compañías USA, de manera que empezaban los proyectos pensando en no terminarlos y meterse los cuartos en el pozo. En fin, de esos barros vienen estos lodos, porque Huguito no ha llegado hasta ahí solo, llevan llamándolo muchos años, ahora a ver como lo echan.
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