jueves, 20 de mayo de 2010

DIAS DORADOS




conocí a jason & the scorchers a mediados de los 80. acababan de sacar su primer lp, lost and found, que tenía uno de los arranques más convincentes que había escuchado hasta entonces en un disco de rock, last time around, white lies y money talks, que luego redondeaban con temas de sabor más country, y que fueron probablemente mi primer contacto consciente con esta música (el flechazo definitivo llegaría años más tarde con gram, pero ahí estaba la semilla). más tarde les perdí la pista, igual que a otros grupos que se movían entre mis obsesiones de la época como los long ryders o los violent femmes. sólo los caprichos del destino pueden explicar por qué el renacimiento de la americana no explotó a finales de los 80 y lo hizo casi una década después, cuando había material más que suficiente como para crear un movimiento (pienso también en green on red) y mucha gente como yo que nos habríamos zambullido gustosos en esas aguas.

más o menos esa misma sensación la revivimos el martes pasado en el mardi gras en el impresionante concierto que nos regalaron jason & the scorchers. como si volvieran aquellos días dorados. venían a presentar su nuevo album, halcyon days, que acaban de grabar en nashville con brad jones, gran productor y power popero exquisito. dice la crítica que es su mejor álbum desde el lost and found y no seré yo el que lo discuta. al menos lo que pudimos escuchar en el concierto sonó impecable.

el concierto fue de los que te devuelven la fe, aunque mi opinión es que los que allí estábamos ya éramos conversos absolutos. me llamó la atención la cantidad de tupés que vi. quizá ese es uno de los secretos de estos tíos, que han conseguido aunar sonoridades diversas en un estilo que suena coherente y natural y que le puede gustar tanto a amantes del rock duro, como a locos del country o del rock a secas. y esto último es quizás lo que predominó en el concierto, el rock, gracias sobre todo a la guitarra incendiaria de warner hodges, apoyada en una excelente y renovada sección rítmica. de hecho jason dijo en la presentación que era un honor y un privilegio poder tocar con una banda así y doy fe de que no estaba exagerando. pero también hubo momentos más relajados y acústicos, en especial el emotivo dueto entre jason y warner, a bible and a gun, o falsos medios tiempos como harvest moon con unos coros en estado de gracia.

hay que destacar la profesionalidad de esta banda que a pesar de su veteranía derrochó energía, entusiasmo y convicción, y todo para un público que no abarrotó la sala como algunos ingenuos pensábamos que sucedería. eso es algo que sóno sucede cuando hay auténtica pasión por la música.

parece ser que scorcher en inglés es un día de mucho calor; igual que la noche preveraniega que disfrutamos los que allí estuvimos.

jack perruac

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